DAVID CARALT
La luz, un descubrimiento hábil de asombrar
masas, una invención que se expresa a través de la bombilla, aquel generador de
grandes ideas, una creación capas de manifestar la arquitectura como tal en el
plano físico como también hacerla desaparecer, cuando la intención y uso
funcional de este material electrónico o plano espacial que potencia una acción
u o acto humano se convierte en el generador o transformador del espacio y
contexto urbano mas próximo, es decir donde se produce la habitabilidad del ser
, que consecuentemente explora y desarrolla su vida en torno al crecimiento
abusivo y descontrolado de la luz artificial. Ahora bien el desarrollo de este
en el tiempo en algunas ciudades como Barcelona se a utilizado como elemento de
celebración y denotación cultural (montaña mágica), que acompañado de elementos
arquitectónicos configurantes de la trama urbana en la ciudad potencian el uso
masivo y extravagante de la luz artificial, en este caso se realiza a través de
componentes que tiñen los espacios urbanos y públicos de luz colorida,
entendiéndose la asimilación cultural que posee.
De este modo la incidencia en el contexto y
noche urbana de la ciudad se dispone
como un espectáculo, e ahí la transfiguración y transmutación que adquiere la
relación del espacio para con la ciudad, lográndose percibir como una
escenografia urbana.
Por otra parte, ya a finales del siglo XX donde el cine aparecía
como un medio importante en el proceso y posterior desarrollo lumínico de las
futuras ciudades se ve reflejado en la cinta Metropolis de Fritzland,
la que muestra la temática de ciudades del futuro atochadas de luminosidad y
evolución tecnológica, muchas veces mostradas en las propias revistas como Painting with Light , es así como hoy
podemos distinguir el traspaso de la información colectiva, es decir de un
acelerado crecimiento la que se a llevado al limite donde la esencia misma de
una ciudad o territorio expuesto no se ve manifestado mas si bien el ego y mala
utilización de recursos y medios disponibles.
Esta ciudad, es la que aparece como una ciudad
de piel electrónica que envuelve y no deja mostrar la arquitectura, se
convierte en un exceso de estímulos visuales, una ciudad infestada que sostiene
irrealidad espacial y vivencial.
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